El Gobierno y la DGT ultiman las zonas de bajas emisiones

Pronto conoceremos las nuevas zonas de bajas emisiones que habrá en España. Y es que la vigente Ley de Cambio Climático establece que a partir de 2023 todos los municipios y ciudades de más de 50.000 habitantes, así como los de 20.000 con problemas de calidad de aire y los territorios insulares, tengan que contar con nuevas áreas urbanas con restricciones de tráfico a los coches más contaminantes.

La medida está prevista ya que afecte a nada menos que 149 ciudades en toda España, con más de la mitad de la población total del país. Y hoy además conocemos que hasta  24 millones de coches se verán de un modo u otro afectados también por las limitaciones y prohibiciones de circulación que entrarán en vigor en menos ya de un año.

Y es que, tal y como informa hoy el diario El País, el Gobierno, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ya ultima el nuevo Real Decreto que regulará estos nuevos espacios obligatorios en las ciudades y establecerá los requisitos mínimos que deberán cumplir. De hecho, ayer mismo se avió ya el período de información pública de la normativa para que todas aquellas personas o entidades interesadas puedan hacer alegaciones hasta este próximo día 13 de mayo.

QUÉ VEHÍCULOS Y MODOS DE TRANSPORTE SERÁN PRIORITARIOS

Aunque serán los propios ayuntamientos quienes establecerán qué restricciones habrá de acceso, circulación y aparcamiento en las zonas de bajas emisiones, el Gobierno trabaja ya en un protocolo de mínimos que regule de algún modo qué vehículos serán prioritarios. Y como tal, en principio, solo figurarán los vehículos con etiqueta Cero Emisiones de la DGT, es decir, los 100% eléctricos o híbridos enchufables.

En una consideración inferior estarán también los vehículos con etiqueta ECO, aunque es posible que según establezcan los ayuntamientos puedan también circular y saltarse las limitaciones, al menos en la primera fase de implantación de la medida. Los coches con etiquetas C y B, sin duda, lo van a tener ya más difícil, mientras que los vehículos sin etiqueta medioambiental de la DGT, directamente, imposible.

Porque el proyecto en el que trabaja ya el Gobierno, según informa hoy El País, establece además una jerarquización de los medios de transporte según su prioridad de paso. Y el orden que se quiere establecer es el siguiente: peatones, bicicletas, transporte público, vehículos de alta ocupación y movilidad compartida y, por último, automóviles motorizados particulares. Dentro de estos últimos, y siempre que se permita el acceso a vehículos motorizados, tras respetar la jerarquía de los transportes antes indicada serán los vehículos de cero emisiones los que tendrán la prioridad.

NUEVA SEÑAL DE LA DGT Y MULTAS DE 200 EUROS

El Gobierno pretende con este nuevo Real Decreto aportar seguridad jurídica a usuarios, empresas y ciudadanos, aprobando al mismo tiempo una legislación que sea homogénea para el conjunto del país. Por ello, cada cuatro años se establecerá una revisión del proyecto para asegurarse que se cumplen los objetivos, y por ello también se ha establecido ya una señalización común mediante una nueva instrucción de la DGT para regular estas áreas de bajas emisiones.

Esta nueva señal anunciará a los conductores que se va a entrar en una zona de bajas emisiones, regulando en principio la prohibición de acceso a los vehículos a motor, a excepción de los que dispongan de etiqueta Cero Emisiones, ECO y C. En cualquier caso, como ya hemos dicho, aunque esta será la recomendación de Tráfico, cada ayuntamiento podrá decidir qué restricciones y prohibiciones se aplican en función al tipo de coches.

Al mismo tiempo la nueva Ley de Tráfico establece también ya las multas que tendrán aquellos vehículos que incumplan las restricciones de circulación. En este sentido, el nuevo Real Decreto recogerá también esta normativa que cataloga ya la infracción como GRAVE y que, desde el pasado día 21 de marzo en el que la Ley de Tráfico entró en vigor, supone una multa económica de 200 euros “no respetar las restricciones de circulación derivadas de la aplicación de los protocolos ante episodios de contaminación y de las zonas de bajas emisiones”.